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Así maltrata a sus jugadores los Mexicas, el campeón de la Liga Profesional de Futbol Americano
Adeudos salariales, contratos informales y falta de acompañamiento cuando se lesionan son los principales señalamientos a una franquicia y una liga que se dicen profesionales y cuyas prácticas obligan al retiro a sus jugadores.CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).– El 28 de julio último Gabriel Luna Castro acudió por segunda ocasión al Centro de Conciliación Laboral de la Ciudad de México en busca de un acuerdo que nunca llegó. El equipo Mexicas de la Liga de Futbol Americano Profesional de México (LFA), propiedad del empresario Juan José Aguirre Salazar, todavía le debe 72 mil pesos por sus servicios como jugador durante la temporada 2024.
Nadie en representación de la franquicia asistió a las dos citas de mediación previstas en la ley para este tipo de situaciones y se dictó la constancia de conclusión del procedimiento de conciliación prejudicial ante la falta de una de las partes, lo que le permite a Luna Castro emprender una demanda laboral por incumplimiento de contrato.
La situación del liniero ofensivo de 28 años es tan sólo uno de los al menos 10 casos de jugadores que no han podido cobrar lo pactado por sus servicios desde 2024 y que incluso tampoco han recibido su pago completo correspondiente a este año, pese a que Mexicas se consagró como el equipo campeón de la LFA, tras derrotar 13-12 a los Osos de Monterrey en la octava edición del llamado Tazón México.
Gabriel Luna fue seleccionado en 2023 por los Mexicas durante el draft de la Liga. Esa temporada la jugó sin haber firmado un contrato a cambio de poco más de tres mil pesos por partido, recursos que fueron triangulados entre el equipo y la propia LFA. Como tuvo un buen desempeño fue invitado a participar el siguiente año.
“Para el 2024, antes de que empezara la Liga, nos dijeron que pasáramos a firmar contratos, que ya iba a pagar directamente el equipo. A mí me pagaban los juegos a 5 mil pesos, más un pago mensual de enero a diciembre de 12 mil pesos. En Mexicas siempre se han atrasado con los pagos, ibas en el quinto partido y te pagaban apenas el primero; enero y febrero te lo pagaban como hasta abril o mayo. Se acabó la temporada, nos pagaron los juegos, pero se quedó en adeudo correspondiente de julio a diciembre”, detalla el jugador en entrevista con Proceso.

Pese al adeudo, Gabriel Luna también entró en los planes para mantenerse con los Mexicas con miras a la campaña de 2025 con un sueldo estimado de 15 mil pesos por partido. Sin embargo, consideró que no tenía las garantías suficientes para recibir su pago pendiente ni para contar con el respaldo institucional, incluso ante una eventual lesión al jugar en una posición de alto riesgo como es la suya.
Decepcionado, el tacle agotó su canal de comunicación con sus posibles interlocutores, el entrenador en jefe de Mexicas, Félix Buendía, así como Édgar Zapata, en ese entonces gerente general del equipo y actual coordinador ofensivo, por lo que decidió poner punto final a una trayectoria de más de 20 años en los emparrillados.
Luna Castro tomó la decisión consciente de que alzar la voz a nombre propio y de sus compañeros representaría cerrarse las puertas cuando aún se encuentra en pleno nivel físico para jugar al más alto nivel en el futbol americano de México.
“Al final dejé de ir, decidí no jugar porque me debían dinero y la verdad no quería arriesgarme a una lesión. Ellos te piden mucho en comparación de lo que te dan”, sostiene quien como colegial perteneció a los Pumas CU en Liga Mayor. “Hablé con Édgar Zapata y pues sus palabras resumidas fueron: ‘Mira, esto es casi un hobby, ponlo en el lugar tres o cuatro en la lista de tus cosas que tienes que hacer y dale’. Ese día entrené, pero ya no regresé”, recuerda.
El caso de Gabriel Luna pone al descubierto una serie de anomalías que son la constante tanto en Mexicas como en la Liga de Futbol Americano Profesional de México, como los contratos irregulares sin ningún tipo de prestaciones de ley ni obligaciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), así como el equipamiento insuficiente para la práctica adecuada de un deporte de alto riesgo.
“Ni siquiera te piden que des factura ni estés dado de alta en el SAT, o sea, prácticamente tu contratación es así: le ponen tu nombre al contrato, te voy a pagar de tal a tal (fecha) por equis cosa, y ya, pero ni siquiera te dan una copia. No te mencionan absolutamente nada de tu seguro de gastos médicos, no te dan una póliza ni nada, prácticamente es, se te paga tanto y ahí cuando pueda te lo pago”, agrega.
Gabriel Luna Castro es abogado de profesión y lamenta la ausencia de solidaridad de los propios jugadores para exigir sus derechos laborales y pedir un beneficio colectivo, situación en la que también operan otras ligas deportivas profesionales en México ante la falta de sindicatos.
La verdad es que este no es tanto un tema de dinero -advierte el jugador-, más bien es un tema de respeto y definitivamente sería un parteaguas para que a los demás jugadores que les hagan lo mismo, si en algún momento deciden salirse de la Liga, puedan demandar y basarse en mi caso para que se apoyen. Así se tarde un año y medio o dos años, voy a seguir sobre eso por la falta de formalidad que le dan a una persona que está en esa liga.
Proceso buscó a Juan Aguirre, propietario de la franquicia de Mexicas, para dar su postura ante los señalamientos de las irregularidades denunciadas en torno al equipo. Hasta el cierre de esta edición no respondió a la solicitud de entrevista.
Una liga “profesional”
El 7 de junio último, el quarterback de Mexicas, Marco Durán, se rompió el tendón de Aquiles del pie derecho sin un golpe de por medio mientras realizaba su movimiento habitual después de que le centraron el balón en un partido contra los Osos de Monterrey. Para ponderar la gravedad, el jugador mexicano compara su lesión con la que tuvo Aaron Rodgers con los Jets de Nueva York en noviembre de 2023 que lo dejó fuera el resto de esa temporada de la NFL.
Duran atravesaba por un excelente momento deportivo —había ligado cinco victorias como titular— y ni por eso recibió el trato que esperaba por parte de su equipo ni de la Liga. Los Mexicas se deslindaron de su futuro y no lo acompañaron en su tratamiento médico. Más allá de la valoración inicial de la lesión que hizo el médico del equipo lo dejaron a su suerte y la LFA tampoco implementó un protocolo a seguir.
“Hace unos días era la imagen de Mexicas, era la imagen de la Liga con un ritmo de tres pases de touchdown por juego y ahora nada, o sea, de verdad, ni una respuesta ni un apoyo en ningún aspecto”, reprocha Durán, también de 28 años. “Así no deberían ser las cosas porque tú nada más estás pensando en esa situación (la lesión). Ellos no están viendo mi persona, o sea, nada más me ven como un jugador desechable y ya”, lamenta el quarterback, quien estudió Comercio Internacional y es empleado en el área de importación y logística en una empresa.
Marco Durán Quezada es un jugador con larga trayectoria en este deporte. Cuando terminó su elegibilidad en la Liga Mayor de la Organización Nacional Estudiantil de Futbol Americano (ONEFA) alternó en el profesionalismo del futbol americano europeo jugando tanto en España como en Italia. También formó parte del equipo Rojos CDMX de la extinta liga de Futbol Americano de México (FAM).
De inmediato llamó la atención cuando hizo público su caso a través de un video en redes sociales donde denunció que a más de un mes de haberse lesionado todavía no lo habían operado por problemas con el seguro de gastos médicos que contrata la LFA, razón por la cual se sometería a una cirugía por su cuenta el 11 de julio.

El jugador denunció que Medimex, el despacho de seguros contratado por la LFA, no le brindó la atención adecuada, le dio largas para entrar al quirófano ante una lesión que requería una intervención rápida para evitar mayor daño en el tendón afectado.
“Ellos me decían que me tenía que tomar un ultrasonido y luego una resonancia, lo cual seguí al pie de la letra. De repente no obtuve respuesta de ellos durante una semana. Y cuando ya presioné, lo único que hicieron fue mandarme a otra resonancia”, explica Durán Quezada, quien se trasladó así lesionado de la Ciudad de México a Monterrey para someterse a ese segundo estudio.
Yo solo con el talón de Aquiles roto en avión para viajar, definitivamente no era nada grato esa circunstancia por la que yo tenía que pasar -relata a Proceso-. Al siguiente día de esos estudios me los envían, se los hago llegar a Medimex y me dijeron que entre cinco y 10 días ya estaba listo para cirugía, pero pasó más tiempo y no obtuve respuesta.
A más de un mes de haber sido operado y en su proceso de recuperación que le llevará medio año para realizar alguna actividad física, Marco Durán, al igual que Gabriel Luna, ha decidido retirarse del futbol americano y también emprender acciones legales contra quien resulte responsable de su situación.
De acuerdo con la LFA, la lesión de Marco Durán no era considerada una emergencia al no poner en riesgo ni la vida ni la actividad del jugador, por lo que clínicamente no era algo que debía hacerse de inmediato y que ya estaba programado para ser intervenido el 15 de julio.
“La ropa sucia se lava en casa, los problemas internos se solucionan de manera interna, no por ocultarlos sino porque así es y hemos sido siempre transparentes. No resolvemos o ventilamos ante los medios las situaciones internas”, argumentó Alejandro Jaimes, comisionado de la LFA, en la conferencia de prensa previa al Tazón México entre Mexicas y Osos, insinuando que las declaraciones de Durán tenían otro trasfondo. En ese mismo momento el jugador estaba en el quirófano.
El 24 de octubre de 2024, Proceso publicó el reportaje “Hace Agua el Futbol Americano Profesional en México”, donde se hizo un recuento de las distintas irregularidades que se viven en la LFA, producto en gran medida, de los adeudos de la Liga a jugadores y proveedores, lo que pone en riesgo la salud financiera de este circuito profesional y ahora ha impactado directamente en Gabriel Luna y Marco Durán.
Todos están asegurados: Medimex
Las declaraciones de Marco Durán sobre las garantías de contar con una protección médica adecuada en la práctica de un deporte de contacto como el futbol americano revivió la polémica sobre las condiciones que otorga la LFA a sus jugadores cuando se trata de temas de salud derivados de la práctica de esta actividad.
Jaime Castillo, director general de Medimex, explica en entrevista que en el momento en que los jugadores son dados de alta por los respectivos equipos, automáticamente se encuentran protegidos tanto en entrenamientos como en los partidos de temporada regular y playoffs con una suma asegurada de un millón de pesos por evento, es decir, cada que tengan que hacer uso de su póliza, por lo que los 55 jugadores registrados en cada uno de los ocho equipos de la LFA cuentan con esta cobertura.

Respecto al caso de Durán, el titular de Medimex reiteró que se cumplió de acuerdo con el protocolo y que el hecho de que pasara más de un mes para que fuera programado para corregir mediante cirugía la ruptura del tendón de Aquile, se debió “a la irresponsabilidad del propio jugador” de tratar de extender sus incapacidades laborales y retrasar su atención a costa de su integridad. Recalcó que le pagaron los estudios y recibió apoyo para trasladarse a Monterrey porque en esa ciudad se ubican los lugares con los que tienen convenios para realizarlos.
“Aquí el tema fue personal. Él quiso alargar su incapacidad al límite. Cuando se le acaban las incapacidades, le entra la urgencia por la cirugía”, refiere Castillo a Proceso, quien asegura que se realizan alrededor de 30 cirugías en promedio cada temporada desde hace seis años que Medimex presta el servicio a la LFA.
“Solicitó por lo menos seis incapacidades y le renovaban hasta que le dijeron: ‘Ya no hay incapacidades, ya las agotaste. Si no te presentas a trabajar, vas a tener problemas laborales’”, señala sin empacho de trasladarle la culpa a Durán.
Castillo también cuestionó al quarterback de Mexicas por exponerse al asistir ya lesionado a los partidos del equipo y estar en la banda lateral con el resto de sus compañeros, lo que supone un riesgo adicional ante un posible accidente.
Si lo que trata es descalificar al equipo o a la Liga yo lo respeto -dice-, él sabrá sus razones, pero no es correcto que a nosotros, como despacho que nos contratan para eso, para dar un servicio, nos descalifique.
A más de un mes de su operación con recursos propios Marco Durán continúa con su proceso de recuperación para volver a trabajar ya alejado del futbol americano, deporte al que le dedicó más de 20 años de su vida.