GINEBRA (AP).- Inglaterra estuvo al borde del abismo y sobrevivió a otra eliminación casi inevitable hasta llegar a otra final del Campeonato Europeo Femenino.

El campeón defensor rompió el corazón de Italia (dos veces) en una victoria por 2-1 después del tiempo extra en su semifinal este martes.

Chloe Kelly marcó el gol decisivo en el minuto 119, al rematar el rebote sólo después de que la portera italiana Laura Giuliani detuviera su tiro penal.

Italia se vio obligada a ir a la prórroga porque otra suplente, Michelle Agyemang, empató el partido en el tiempo añadido.

Kelly y Agyemang también fueron cruciales para Inglaterra en otra gran escapada en cuartos de final ante Suecia.

Inglaterra defenderá su título en la final del domingo en Basilea contra el campeón mundial España o Alemania. Su semifinal será el miércoles en Zúrich.

"Cuando termina así, lo disfruto, pero es un poco dramático", dijo la entrenadora de Inglaterra, Sarina Wiegman, quien nunca ha sido eliminada del torneo. Llevó a su natal Países Bajos al título en 2017 antes de unirse a Inglaterra.

Todo fue muy cruel para la desprevenida Italia, que había estado en ventaja desde el potente remate de volea de Barbara Bonansea en el minuto 33.

"Es una derrota amarga porque estuvimos a un minuto de la final", dijo el seleccionador italiano, Andrea Soncin, en una traducción. "Pero tenemos que estar orgullosos".

Cualquiera de los posibles rivales es una revancha por el título para Inglaterra, que venció a Alemania en la final de la Eurocopa 2022 (también decidida por un gol de Kelly en el tiempo extra) y perdió la final de la Copa del Mundo 2023 ante España.

Inglaterra escapa

Por segunda vez en seis días, Inglaterra se encontró con lo que parecía una salida segura y sobrevivió hasta el tiempo extra.

Italia habría sido un digno ganador sólo por la inmensa defensa de las defensas centrales Elena Linari y Cecilia Salvai mientras Inglaterra presionó intensamente en la segunda mitad.

Pero Agyemang disparó raso después de que Giuliani desviara un centro en un inusual error con la mano. El balón se dirigió a la red con crueldad, entre las piernas de Linari y Giuliani.

Después del pitido final, Giuliani quedó tendido boca abajo sobre el césped, completamente solo, en medio de la mitad del campo de Italia.

El penalti lo concedió la suplente Emma Severini por un encontronazo con Beth Mead. Severini tuvo una clara ocasión en el 86 para poner a Italia dos goles arriba, pero su disparo a bocajarro tras un córner fue atajado por la guardameta inglesa Hannah Hampton.