Cine

Carlos Carrera retrata en un documental a niños que buscan la fama

Acaba de estrenarse "Pasitos a la fama" en la pantalla grande, lo cual no deja de ser atípico por tratarse de un documental. El cineasta y el productor (Daniel Birman Ripstein) explican cómo decidieron filmar este tema tan espinoso.
viernes, 6 de diciembre de 2024 · 05:00

CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Nominado al Oscar por El crimen del padre Amaro y ganador de La Palma de Oro en Cannes con El héroe por Mejor Cortometraje, Carlos Carrera crea el documental Pasitos a la fama, donde sigue con su cámara a cinco niños mexicanos (junto con sus familias) que desean el estrellato como actores, cantantes y bailarines.

Así, el animador, guionista y director de cine retrata la cruda realidad de la búsqueda de la fama y la fortuna a través de la perspectiva infantil, mientras se ven los sacrificios y altibajos que enfrentan.

El documental surge de la experiencia que ha tenido trabajando con niños y niñas en su carrera. En entrevista, el realizador de los largometrajes La mujer de Benjamín, Sin remitente, Un embrujo, Backyard: El traspatio, Ana y Bruno y Confesiones, narra:

“Junto con los productores Gerardo Morán y Daniel Birman Ripstein, dijimos: ‘¿Por qué no hacemos un documental de todo lo que pasa atrás con los infantes que acuden a consursar para trabajar en una producción?’. Los procesos de casting suelen ser muy agresivos en general y contra los niños en particular”.

Decidieron entonces hacer el filme, y acudir a varias sesiones de estos castings, registrarlas e identificar algunas historias que fueran representativas del fenómeno, tanto en teatro como en el área audiovisual.

Explica:

“Para empezar, las infancias no deberían estar trabajando. Pero hay ficciones que requieren la presencia de personajes infantiles, y pues hay que hacerlo y supuestamente está regulado, aunque a veces es como muy laxa la regulación y peor en la práctica. Entonces escogimos estas historias que de alguna manera nos ofrecieron un abanico de intereses. Unas poseen distintas oportunidades y los obstáculos son de distinta índole. También a lo largo de la experiencia de seguirlos durante tanto tiempo (fueron varios años de grabación) se creó una relación afectiva con ellos”.

En Pasitos a la fama (México, 2022), que dura 83 minutos, los niños y niñas Carlos, Macarena, Elaine, Montserrat y Aarón comparten el sueño de alcanzar la fama. Cada uno en sus distintos rubros y con sus distintas cualidades luchan a través de castings y pesadas horas de trabajo por cumplir sus metas, y algunas de sus familiares. La vida de estos jóvenes histriones se desenvuelve entre los complejos sinsabores de la industria del entretenimiento.

Carrera. Acercamiento y confianza. Foto: Archivo Proceso

-¿Cómo se escogieron a estos infantes?

-En primer lugar, quisimos saber quiénes querían participar. Hubo otras historias que nos cautivaron, pero tanto las niñas y los niños, como los padres, dijeron que no les interesaba mucho. Fue ver quién quería y después de que aceptaron, esperar a que ellos nos llamaran para ver qué deseaban que grabáramos.

“No fue una imposición de: ‘¡Ah!, nosotros queremos meternos a la cocina y ver cómo es la relación y cómo se pelean’. No, no, no, la idea fue con mucho respeto; y con el riesgo de que no sucediera nada dramático, seguirlos a lo largo de estos años en su trabajo. No hay muchas formas de acercarse. Hay quienes desean el éxito que se vende en los medios, en las redes o en la televisión comercial, este último es como el más frecuente, desafortunadamente. Y hay quienes disfrutan mucho haciendo un trabajo con la mejor calidad posible”.

Carrera (Ciudad de México, 1962), estudió Ciencias de la Comunicación en la Universidad Iberoamericana, y Dirección en el Centro de Capacitación Cinematográfica. Ha creado cortometrajes de animación desde la década de los ochenta, que llamaron la atención por su calidad.

-¿Fue fácil tener esa convivencia con los niños y sus familiares?

-Existen muchos documentales que muestran cómo sufren los niños y las niñas que laboran en la actuación. De hecho, en Hollywood casi todos se refieren a eso o de cómo fueron famosos y les robaron su infancia, y cuando crecieron no lograron alcanzar la fama que tuvieron de pequeños. Nosotros no perseguíamos eso, aunque es muy atractivo y muy fácil apelar al morbo. Digo, si se hubiera presentado una situación, pues sí lo hubiéramos expuesto. Sí hay situaciones de abuso, explotación, pero nosotros decidimos seguir el proceso a partir de la experiencia de las niñas y los niños”.

Birman Risptein participa en la charla:

“Ya todos conocen la película, los papás y los niños la vieron, y Carlos muy atinadamente posee esta gran ventaja y maravilla de poder trabajar con los niños muy bien. Entonces, yo lo que me he dado cuenta a lo largo de muchos años con Carlos, es que le confían. Y  a raíz de esa confianza es que salen muchas de las historias. No es de que Carlos los iba orillando, sino más bien los niños nos iban platicando las cosas”.

Aarón de Jesús. Para bailarín. Foto: Alameda Films

Infantes muy dispuestos a contar su vida

-¿Qué fue lo más difícil para realizar este documental?

 Responde Carrera:

-Todo fue muy natural desde el casting, desde la primera vez, de repente creo que sí había más resistencia de algunos padres que de los niños para contar sus historias. Además, si ves la secuencia del casting, hay mucha candidez, hay muchos niños que platican las cosas muy abiertamente, aunque de repente no quede muy bien parada la familia o de repente dicen que también participan en la economía familiar o que de plano no les gusta y los llevan a fuerza.

“Son muy abiertos, fue como muy fácil, y también porque éramos muy poquitos los que estábamos al momento de grabar. Usamos una cámara chiquita. Fue muy íntimo, fue como una relación muy amistosa la que se estableció con las familias. Y luego igual está la apertura, porque ellos querían contar sus historias”.

-¿Qué puede aportar este documental?

Birman Ripstein contesta:

-Es muy importante también la conciencia del lado nuestro, de los creadores con los niños, o sea, tenemos que tener también este aspecto consciente de qué es lo que están haciendo y qué son niños. Nunca hay que perder eso de vista. Creo que estos abusos muchas veces se dieron por miles de ambigüedades en leyes, por ambiciones desmedidas comerciales y, bueno, hay un millón de diferentes situaciones. En películas se ha visto hasta dónde los papás están dispuestos a exponer a sus hijos, y es muy alarmante porque eso se traslada ahora a las redes sociales.

Bien que mal, antes, hacer una película era el camino a la fama, ahora es nada más con un teléfono celular, al cual todo el mundo tiene acceso.

Carrera agrega:

“Nunca nos pusimos a calificar lo que pretendían, pero a mí de alguna manera me llama la atención que muchos buscan la fama por la fama. Se busca un reconocimiento impuesto por las redes sociales y los medios, y se pierde eso que antes traía el reconocimiento: efectuar un trabajo artístico muy bueno o muy popular o que tuviera eco en la sociedad. Ahora, muchas veces por esta presión y por esta formación comercial, de lo que se trata es de alcanzar la fama, no importa cómo, no importa con qué. Hay unos famosos que trabajan de famosos. El programa más exitoso, que hace poco estuvo al aire, se trataba de  perseguir a unos señores que dicen que son famosos, lo son y acaban siendo, pero realmente no hacen nada extraordinario”.

Birman Ripstein irrumpe:

“¡No existe el talento!…”.

Carrera sigue:

“No existe y sí existe, lo tienen muy bien guardado, muy disimulado”.

Se les comenta su opinión acerca  de que en todo el mundo se incita a que la fama es el éxito, y Carrera amplía:

“La medida del éxito no son los logros, no es descubrir la cura contra el cáncer. No es alcanzar una meta artística. Es nada más ser famoso. Ser muy conocido por lo que sea. Entonces haces un TikTok y con eso ya te vuelves viral y viene la fama efímera. Luego viene también un fenómeno, creo yo, después de esa fama efimera, de frustración. Todavía nuestros personajes no están ahí porque todos afortunadamente siguen su trabajo y desarrollando su deseo de hacer las cosas y de seguir en el medio. Pero sí puede ser muy frustrante construir todo nada más para esta cosa tan frívola que es la fama y el reconocimiento porque sí”.

En tanto, Ripstein enfatiza que esa fama por la fama “dura cinco minutos, porque en los siguientes cinco minutos vendrá otro que inventará algún otro gesto simpático y ese desvía la atención”.

Empezaron a trabajar Pasitos a la fama en el 2018. Siguieron a las niñas y niños dos años, pero luego llegó la pandemia, y después retomaron el proyecto. Ahora ya se encuenta el filme en la cartelera.

Elaine Hero. En el casting. Foto: Alameda Films

Para Carrera estas historias son muy entrañables:

“Las nuevas generaciones poseen otros valores, intereses y de atención. A mí lo que me parece grave es que de alguna manera la amplitud de opciones para obtener información hace como que el mundo se vuelva más chiquito. Es muy contradictorio, porque uno pensaría que teniendo acceso a toda la información del mundo, podrían ampliarse las oportunidades de conocimiento, pero no, hay mucha información dirigida a hacer negocio sin importar las consecuencias negativas que puede, por ejemplo, inducirlos a consumir una sola cosa”.

De nuevo Birman Ripstein platica:

“Hay mucha información falsa. Ese camino es el que ha propiciado la segmentación, porque aparte de esa información falsa hay quien decide creerla, y eso es lo que se vuelve más terrorífico”.

Alameda Films distribuye Pasitos a la fama, y también produce el documental. Daniel Birman detalla:

Tuvimos la gran oportunidad de tener acceso a Eficine Distribución. Eso es lo que nos permitió poder colocar la película en muchas más salas de lo que pensábamos, porque de por si los documentales siempre es bien complicado programarlos. Nosotros aquí en Alameda hemos traído muchos documentales y siempre la gente le tiene un cierto rechazo. Lo primero que creen es que dura 30 minutos. Es el concepto que tienen. Habrá mucho interés porque justamente toca estos temas difíciles, pero necesarios: Que es esta juventud que ha tomado diferentes rumbos.

Carrera cierra:

“Todos los niños y niñas del documental son muy diferentes, lo mismo la conformación de su familia y medio social. Es muy importante lo que hace Daniel en concreto, porque es rarísimo que se estrene un documental en cine. Creo que todavía es estar militando en la resistencia, proyectando películas y más documentales en las salas”.

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