Casa Equis

viernes, 8 de febrero de 2019 · 13:56
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Una de las actividades más interesantes que se realizan en el contexto de la semana de las ferias de arte en la Ciudad de México –del miércoles 6 al domingo 10 de febrero–, es la apertura del nuevo espacio del proyecto alternativo-comercial Casa Equis. Iniciado apenas en marzo del año pasado en un departamento de la colonia Santa María la Ribera, Casa Equis ha destacado por su capacidad de sustentarse de manera independiente a partir de la comercialización de arte emergente. Sobresaliente también por la inclusión notoria de creadores jóvenes de nacionalidad mexicana –en otros espacios alternativos como Lodos y Lulu predominan firmas extranjeras–, Casa Equis inicia una nueva etapa con un local abierto a la calle que, desde su remodelación, despertó la curiosidad y aceptación de los habitantes del barrio. Ubicada a unos metros del Museo del Chopo, en la calle de Dr. Enrique González Martínez 7-A, Casa Equis se inscribe en los nuevos proyectos galerísticos que, a nivel global, tratan de enfrentar y dinamizar el mercado con base en nuevos modelos de experienciar, promover y vender arte. Fundada por los artistas Diego Beyró (1984, Argentina) y Carleti López Traviesa (1979, España), Casa Equis se basa en un concepto de negocio que fusiona diversidad creativa y de precios, accesibilidad comercial y afectividad artística. Con un programa de exposiciones que alterna propuestas curatoriales de uno o dos artistas con abigarradas colectivas que, concebidas como salones decimonónicos –sin exigencias temáticas o curatoriales–, son denominadas simplemente como X1, X2, X3, etc., Casa Equis destaca no sólo por ofertar principalmente pintura y otros géneros bidimensionales, así como por privilegiar formatos pequeños. Una decisión inteligente, esta última, que permite cotizar las obras en precios que oscilan entre los mil y 6 o 10 mil pesos. Dividida en tres espacios que corresponden a un cuarto de proyectos, un salón-trastienda que se expande por todo el espacio, y un cubo gastronómico que se impone en el centro de la galería como espacio de convivialidad, la nueva Casa Equis se inauguró el viernes 1 de febrero con una muestra de los aproximadamente 50 artistas que han exhibido desde marzo de 2018. Numerosas pero no caóticas, las obras sorprenden por su capacidad individual de sobresalir en el conjunto. Con un predominio notorio de lenguajes figurativos, varias piezas develan el interés por presentar circunstancias del entorno personal aun cuando aparentan una ausencia total de significado. Interesado en intervenir la realidad fotográfica con gestos pictóricos o rasgos dibujísticos que al encubrir la identidad tecnológica permiten crear una nueva realidad, Diego Beyró reinterpreta la imagen de los zapatos que viste y guarda cauterizando, con bolígrafo azul, la emotividad de su intimidad. Pintor y observador cariñoso del entorno urbano de la Ciudad de México, Carleti López Traviesa interpreta, con una estética que fusiona el hieratismo del pastiche con el expresionismo kitsh del low-brow (surrealismo pop), la iconografía que mira cuando sale a la calle: el Dr Simi, las tiendas Oxxo, algunos gatos y, como excepción, un extraño gorila que es inquietantemente real en su ficción. Con sutiles collages que hibridan y crean imposibles animales a partir de recortes de ilustraciones científicas, el mexicano Andrés Gamiochipi (1988) atrapa al espectador con una técnica que parecía obsoleta. En conclusión, un espacio que recupera el fascinante ejercicio de mirar. Este texto se publicó el 3 de febrero de 2019 en la edición 2205 de la revista Proceso.

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