Datos de monitoreo del SIMA muestran que las concentraciones promedio de PM2.5 rondan los 19 microgramos por metro cúbico en invierno, cuando el límite sugerido por la OMS es de 5 µg/m³. La norma mexicana (NOM-025) permite hasta 12 µg/m³, cifra que la metrópoli regiomontana también rebasa.