La Cuarta Transformación se ha quedado en un proyecto malogrado de verdadero cambio, más bien es el reforzamiento del presidencialismo encarnado en una sola figura que concentra todos los poderes.

Por desgracia, tanto los partidos como sus candidatas, candidatos y correligionarios, no sólo continúan ignorando la dimensión y la complejidad de la violencia, sino también y, por lo mismo, difundiendo su virus.

Más allá del discurso o de eslóganes políticos, no habrá transformación si no se coloca en el centro de todo programa o decisión de política pública al interés superior de la niñez.

La estrategia de prevención a contagios, consistente en quedarse en casa y reducir al mínimo la movilidad, provocó radicales ajustes en la vida de las personas y en su espacio de vivienda.

Dado que la presencia de Morena en Yucatán es incipiente, y considerando la cantidad y peso de los priistas que se han incorporado a ese partido, la conclusión es: la 4T ha entregado Yucatán a la mayoría de las fuerzas priistas que dominaron, explotaron y condenaron a ese estado al subdesarrollo.